El juzgado de lo Social nº6 de Santander ha declarado procedente el despido de una empleada de la sección de pescadería de un supermercado que hizo caso omiso a las indicaciones de su superior para que se colocara de manera correcta la mascarilla.
En la sentencia emitida, la magistrada considera que la actuación de la trabajadora es una falta grave y considera proporcionada la respuesta de la empresa ante tal situación, ya que la mujer “se encontraba prestando servicios con un producto no envasado, el pescado, por lo que las normas de prevención de riesgos laborales de la empresa le obligaban al uso correcto de la misma, tapando la boca y la nariz”.